El Siberiano

El origen de estos gatos se encuentra en las grandes zonas boscosas de Rusia y Ucrania. A pesar de no ser excesivamente conocidos en el resto de Europa y USA, en Rusia llevan varios siglos ejerciendo de gatos domésticos. Ya en tiempos de los Zares, los Siberianos eran los gatos palaciegos, encargados de mantener a raya a los ratones.
Existen registros históricos sobre su existencia que datan de hace aproximadamente 1000 años.  Aunque realmente poco se sabe de su origen y antigüedad. La leyenda habla de los Gatos Siberianos como guardianes de los monasterios rusos, con tareas de vigilancia ante la llegada de extraños.

Siberiano

La primera mención que se conserva en Occidente es en el libro de Harrison Wier "Nuestros Gatos " publicado en 1889 que incluye información sobre la primera exposición de gatos celebrada en Londres en 1871. En el libro Harrison cuenta que le regalaron un gato "extraño" de Rusia.

Posteriormente no tenemos más noticias documentadas sobre su existencia hasta la caída del Muro de Berlín y las primeras incursiones de extranjeros, principalmente Tras la abertura de la antigua Unión Soviética, los primeros viajeros que recorrieron las inmensas llanuras  rusas y siberianas, no podían resistirse a la belleza de los espectaculares felinos que se encontraban sentados en la puerta de las más humildes casas.

El régimen soviético prohibía la tenencia de animales de compañía, por esto el gato siberiano era mantenido por granjeros de manera semi-oculta y no existe descripción formal de la raza hasta hace bien poco.  El primer pedigrí oficial se establece en Rusia en 1987 y un año más tarde se celebra la primera exposición felina en Moscú.  Así pasa de animal desconocido a ser un auténtico símbolo "nacional" de Rusia.

El gato siberiano fue reconocido como raza de gato sólo hace unos años por la World Cat Federation (WCF).

A su vez, fue reconocido como raza de competición por la Federación Internacional Felina (FIFe), ubicándolo en la segunda categoría de las cuatro en las que la clasifica, donde se encuentran los gatos de pelo semilargo, como por ejemplo el Maine Coon o el Ragdoll.

El Siberiano es un gato tranquilo y afectuoso se trata de un excelente gato doméstico, sociable y comunicativo que se entenderá perfectamente con niños y otros animales.
Les gusta mucho la compañía de personas y siempre están pendientes de su dueño. Son curiosos por naturaleza y "necesitan" saber todo lo que está pasando alrededor.

Su carácter es muy amigable, incluso, es uno de los pocos que gusta jugar con agua. Destaca, también, por su gran inteligencia. Puede armar una estrategia espacial a su alrededor para conseguir algo o, bien, lograrlo a través de su intenso ronroneo y caricias que provee a su cuidador, al cual le es extremadamente fiel.Estos gatos grandes y hermosos son dulces, apacibles, cariñosos y juguetones.

Se trata de un gato grande y fuerte, de gran agilidad. Tiene unos músculos potentes, fuera de lo normal.La expresión facial es de dulzura debido a sus contornos redondeados. Son las curvas y círculos lo que mejor le definen y diferencian de otras razas de gatos del bosque (Noruega, Main Coon) con elementos más triangulares o rectangulares.

El siberiano es un animal grande, de cuerpo muscular y pesado, de complexión robusta, pesa entre 4 y 9 kilos. La espalda es larga, ligeramente curvada o arqueada pero aparece horizontal cuando está en movimiento. Las manos y los pies son redondeados, grandes y bastante potentes.

¿Debemos renunciar para siempre a un majestuoso gato de pelo largo? Aquí viene la sorpresa, el gato siberiano, un precioso animal de origen ruso con una exhuberante melena es la raza más aconsejable para los alérgicos. ¿El motivo? La baja concentración de la proteína Fel D1 en su saliva. Sin embargo, los veterinarios advierten: ninguna raza es completamente hipoalergénica, tampoco el siberiano.

Las alergias a los animales domésticos con piel o con plumas son comunes, especialmente entre las personas que tienen otras alergias o asma. Entre el 15 y el 30 % de las personas con alergias tienen reacciones alérgicas a los gatos o a los perros. Las alergias a los gatos son aproximadamente dos veces más comunes que las alergias a los perros. ¿Por qué hay personas alérgicas a los animales domésticos? El sistema inmunológico es el encargado de encontrar sustancias extrañas en el organismo, como virus y bacterias, y eliminarlas. Normalmente, esta respuesta nos protege de las enfermedades. Las personas con alergia a los animales domésticos tienen un sistema inmunológico hipersensible que reacciona ante las proteínas inocuas de la saliva, la orina o la caspa de los animales domésticos (la piel muerta que se desprende del animal). Estas proteínas se llaman alérgenos.

¿Qué provoca la alergia a los gatos?

Las personas alérgicas a los gatos lo son a la proteína fel d 1, que se produce en la piel de los gatos y que éstos segregan en el pelo. Estos alérgenos se acumulan en el pelaje y en otras superficies. Al contrario de lo que se suele pensar, el pelo de los animales domésticos no es lo que produce la alergia. Sin embargo, puede acumular caspa y también alberga otros alérgenos tales como el polvo y el polen. El fel d 1 esta presente en la saliva, piel y glándulas sebáceas de los felinos. Además se encuentra en una amplia variedad de tejidos internos incluyendo cerebro, músculo y órganos viscerales. Estudios recientes han demostrado que la fuente primaria de este alergeno es la piel. Las concentraciones de fel d 1 sobre la piel están bajo control hormonal, por tanto, la castración influye notablemente en l las concentraciones de fel d 1 de los gatos machos disminuyen un mes después de la castración. Existen también evidencias preliminares de que las secreciones pueden ser mayores en los machos que en las hembras.

¿Qué síntomas tiene una persona alérgica?

Las manifestaciones clínicas varían desde reacciones cutáneas locales a rinoconjuntivitis típica, hasta el asma grave. Las reacciones cutáneas varían desde urticaria por contacto, a una erupción maculo papulosa intensamente pruriginosa sobre el rostro, cuello y tronco. Estas reacciones por lo general están asociadas con síntomas respiratorios durante la exposición aerotransportada.

¿Cómo puedo saber si soy alérgico a los gatos?

La alergia debe ser siempre diagnosticada por un alergólogo. El médico de cabecera deberá remitirnos al especialista, la sola presencia de un animal doméstico en casa no significa que sea el animal el que provoca los síntomas. Muchos animales son abandonados sin la certeza de un diagnóstico asertivo, es decir, pruebas específicas que determinen a qué somos alérgicos y a que no. Para averiguar a qué somos alérgicos, el especialista puede llevar a cabo las pruebas cutáneas, consistentes en una serie de veinte pequeños cortes en el brazo probando sobre ellos diferentes tipos de alérgenos y comprobando si producen una reacción en la piel. Otro modo de realizar estas pruebas es mediante análisis de sangre, con el que se llega a testar más de 500 componentes alérgenos. En el caso de la alergia a los alimentos, se deberán evitar los productos de los que se sospecha para observar si los síntomas varían. A estas pruebas puede sumarse una espirometría que consiste en una prueba que mide la capacidad pulmonar y es una herramienta de utilidad en el diagnostico de los casos de asma alérgica. Una vez que se ha identificado el agente responsable de la alergia se empieza con el tratamiento.

Me han diagnosticado alergia, ¿y ahora que?

Una de las primeras recomendaciones para el manejo de la alergia a los gatos es la eliminación del animal. Desde la perspectiva del alergólogo, esta suele ser la recomendación más práctica. Sin embargo antes de tomar una decisión tan drástica se pueden probar algunas medidas de manejo asociadas al tratamiento instaurado por el especialista, y por supuesto tener la seguridad de que es el gato el que causa la alergia. En casi todas las ocasiones la cuestión de eliminar o no a la mascota felina es de índole emocional. La decisión final normalmente dependerá de la persona que padece los síntomas, salvo en el caso de los niños Si usted sufre alergia y no quiere deshacerse de su gato puede seguir las siguientes recomendaciones:

  • Impida al gato la entrada en el dormitorio: usted pasa ahí entre el 30% y el 50% de su vida. Mantenga cerrada la puerta del dormitorio y límpielo cuidadosamente.
  • Evite las alfombras, ya que el alérgeno puede acumularse en ellas, evite también recargar las habitaciones elementos de decoración en los que pudiera acumularse igualmente. Si quiere tener alfombra, escoja una con pelo corto y límpiela a vapor con frecuencia. La mejor opción es usar alfombras movibles que puedan lavarse con agua caliente. • Use mascarilla contra el polvo para pasar la aspiradora.: las aspiradoras remueven los alérgenos que se hallan en la moqueta y agudizan la alergia. Use aspiradoras con filtro HEPA (alta eficiencia contra las partículas aéreas) si es posible.
  • La calefacción por ventilación forzada y el aire acondicionado pueden diseminar los alérgenos por la casa: cubra las rejillas de ventilación del dormitorio con un filtro grueso de un material como la estopilla.
  • Agregar un purificador de aire con filtro HEPA a la calefacción central y al aire acondicionado puede disminuir la concentración de alérgenos en el aire. El purificador de aire debe usarse por lo menos durante cuatro horas al día. Hay otros tipos de purificadores de aire que tienen un filtro aerostático que elimina del aire las partículas del tamaño de los alérgenos del animal. Sin embargo, ningún purificador o filtro quitará los alérgenos pegados a las superficies.
  • Bañe al gato todas las semanas: con esto se pueden reducir los alérgenos transportados por el aire aunque es discutible su efectividad para reducir los síntomas en una persona.
  • Haga que alguien que no sufra de alergia cepille al animal fuera de la casa para quitarle la caspa, y luego limpie también la caja de los desechos o la jaula. • Llévelo a la peluquería: si su gato es de pelo largo o semilargo puede llevarlo periódicamente a la peluquería, el corte de pelo hará que el alérgeno se acumule en menos cantidad en el pelaje.
  • Existe un producto denominado Vetriderm solución tópica de laboratorios Bayer (antes conocido como Allepet). Es un spray que se aplica sobre los animales domésticos para eliminar los restos de suciedad de la superficie, en especial aquellos que pueden provocar alergias (epitelios, restos de saliva, etc), reduciendo así las reacciones alérgicas. Una aplicación semanal del producto reduce la sintomatología en muchos casos.
  • Existen vacunas eficaces en algunos casos para el tratamiento de la alergia a los animales domésticos, consulte con su médico sobre esta posibilidad.
  • Esterilice al gato: esto puede ayudar a reducir la producción del alérgeno, sobre todo en los machos, además de aportarle a su animal una serie de beneficios en cuestión de salud. Con estas medidas de manejo y siguiendo siempre las recomendaciones de su médico es posible que usted puede seguir conviviendo con su gato sin grandes repercusiones para su salud. En algunos casos por desgracia esto no es posible, y su salud puede llegar a resentirse fuertemente. Llegado este extremo y habiendo probado todas las soluciones posibles, siempre podrá optar por buscar un nuevo hogar para su compañero felino.

La raza siberiana, un felino de exhuberante melena, es la que menos concentración de alérgeno presenta

Fáciles de cuidar, tiernos, imprevisibles, curiosos, juguetones... Los gatos son mascotas ideales para casas de cualquier tamaño,conviven con facilidad con niños y otros animales, son cariñosos pero a la vez independientes y, a su manera, fieles a sus dueños. Lamentablemente, en ocasiones ronroneos, caricias, algún que otro arañazo y juegos traen de la mano invitados inesperados: lagrimeo, congestión nasal, picores, estornudos y, en el peor de los casos, asma. ¿Significa esto que debe renunciar a compartir su vida con uno de estos felinos o, peor aún, dar en adopción a su mascota? No necesariamente, tomando una serie de medidas y precauciones es posible la convivencia libre de estornudos entre alérgicos y felinos.

La convivencia es posible

La primera regla para que alérgicos y gatos compartan espacio en armonía es que el animal no entre en la habitación de la persona sensibilizada.  En la medida de lo posible, se debe despejar la casa de alfombras, cojines y elementos decorativos, el alérgeno es muy adherente y se pega a todas estas superficies. "Las casas con moqueta son una trampa", advierte la veterinaria. Los alérgicos respirarán mejor en hogares con suelos de madera y terrazo, fácilmente limpiables. En caso de tener alfombras se recomiendan las de pelo corto y lavar a menudo los cojines.

SIBERIANO (izda): La raza más indicada para los alérgicos. A pesar de su exhuberante melena, los siberianos tienen menor concentración de la proteína Fel D10 en su saliva, la sustancia responsable del 80% de las alergias a los gatos. Se trata de una mascota afectuosa, sociable y comunicativa que se adapta a la convivencia con niños y otros animales. Sin embargo, ninguna raza es 100% segura para los alérgicos, los síntomas pueden dar la cara a las semanas de convivencia.

Los gatos trepan a todas partes, les gusta restregarse contra los muebles para marcar su territorio y disfrutan subiéndose en las piernas de sus dueños para dormir en un lugar calentito. Costumbres que van acompañadas de la pérdida de pelo impregnado de la proteína Fel D1. ¿Cómo reducirlo? Los veterinarios recomiendan cepillar a la mascota con frecuencia para retirar el pelo que desprenden y aplicarle una loción hidratante, un producto de uso veterinario que se puede adquirir en las clínicas y en las tiendas especializadas en mascotas (alrededor de 20 euros). "Se trata de un spray que debe echarse semanalmente en el pelo del animal y en las zonas genitales. La primera vez debe hacerlo alguien que no esté sensibilizado, las siguientes puede hacerlo el alérgico.

Y recuerda que se puede consultar con un médico la posibilidad de vacunarse. "Hay tratamientos específicos para inmunizarse contra el epitelio de gato y su tasa de eficacia es muy alta", afirma.

El Siberiano no necesita una atención demasiado meticulosa, bastaría con cepillarlo frecuentemente para evitar que el pelo se le anude, especialmente las sub-capas de la barriga.

Conviene bañarlo en seco, con productos apropiados, ya que el agua le haría perder la impermeabilización del manto.

El Siberiano no suele padecer ninguna anomalía específica de la raza. Son gatos saludables y vigorosos, resultado sin duda, de la propia selección natural a lo largo de los siglos.